jueves, 26 de septiembre de 2013

Capítulo 23: Asimetría (Pt. 2)

¡Hola! ¡Sorpresa! Espero que os guste esta última parte del capítulo, que me comentéis vuestra opinión.
Antes de irme, dos cositas: podéis seguirme en Tumblr, que me he hecho uno (Mi Tumblr pisioso); y, como veréis, así por la mitad del capítulo incluyo una canción. Es una canción que me gusta, y en cierto modo define los sentimientos de este capítulo. Quizás instaure esa nueva moda, ya que llevo haciéndo un par de capítulos. Podéis oírla mientras leéis el capítulo. Nada más, he sido directa. ¡Besos!
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  -¿Crees que conseguiremos rescatar a Kathleen y Jay?- Se interesó Sissie, removiendo su chocolate caliente con la cuchara.

  Estaban sentados en la mesa del jardín de Gaelle, en la delantera de una casa grande y decorada con muebles de anticuario. Según les había contado, el edificio tenía más de 150 años, habiendo pertenecido a los Plassmeyer desde la época victoriana. Lo cierto era que los ladrillos aclarados de la fachada y las ventanas de roble oscuro lo delataban.

  El jardín, al igual que el resto de la casa, había sido reformado y mantenido por Gaelle; pero seguía manteniendo un encantador aire inglés: el sauce llorón centenario proyectaba una agradable y violácea sombra a la entrada de la casa; el césped y el rosal crecían saludablemente; la pequeña fuente de piedra parecía enteramente un querubín rodeado de agua brillante; y la mesa en el centro enteramente había sido hecha para colocarse en aquel lugar.

  Keegan miró a Gaelle y Abby, enfrascadas en recoger los arreos de jardinería de Gaelle y regar un poco los arriates.

  -¿Por qué no podríamos? ¡Somos un gran equipo!- Y elevó un puño emulando a algún superhéroe de tebeo.

  Sissie le bajó la mano de un tortazo, frunciendo el entrecejo.

  -¿Ves?- Le recriminó, dejando de beber chocolate.- A eso me refiero. Crees que todo es una película americana sobre adolescentes que viven al límite y se enfrentan a un malo malísimo al que vencen al final de la cinta. Y todos vivieron felices y comieron perdices, ¿no?- Abrió los brazos, en aspavientos que pretendían ejemplificar alegría y felicidad extremas.

  -Perdona, Cecilia, pero solo soy optimista. No hay más.- El tono de voz de Keegan no era enfadado, sino más bien... Hueco, vacío. Una sombra de indignación cubría sus ojos cristalinos.- Hablas como si tú no fueras la rubia destartalada que se pasa la vida corriendo de aquí a allá, haciendo preguntas totalmente absurdas para alguien de tu edad y regalando amor hasta al portero de tu bloque de pisos.

  La había llamado Cecilia. Aquello solo ocurría cuando Keegan se enfadaba de verdad; aunque se repetía que su voz no sonaba a ello, no... Estaba herido.

  Keegan retiró su mirada de la expresión de tristeza de Sissie al oír sus palabras; y volvió a fijarse en la calle que pasaba frente a ellos: eterna, continua, monótona... Gente que circulaba de un lado a otro; un trajín de etnias y personalidades. ¿Se percataría ese hombre enchaquetado que corría- móvil en mano- a parar un taxi, de cómo Gaelle cortaba las espinas de las rosas pausadamente, con tranquilidad? ¿Sabría ver la pareja que cruzaba con parsimonia con el semáforo en verde que Abby era pelirroja natural? ¿O acaso notaría la chica de la bicicleta cuyas rastas ondeaban al viento la línea inexpresiva de pena que formaban los labios de Sissie por culpa de las palabras de su novio?

  Claro que no. Nadie se paraba a observar nada más allá de sus narices. Un pájaro cantando, un bebé riendo en un cochecito... Detalles del día a día que pasaban desapercibidos ante los ojos ajenos. Quizás, si alguien se hubiera detenido ese mínimo instante a ver lo que lo rodeaba, Gill y Cedric nunca habrían sufrido; ni Daniella tampoco. Lucy seguiría viviendo con su madre y habría formado una familia. Kathleen se habría criado con Gaelle, y juntas habrían buscado a Jay y Daniella; como era el plan de Gaelle, Cedric y Gill. Y, por ende, toda esa problemática en torno al rescate de ambos no estaría sucediendo. Pero claro, nadie hizo eso.



  Con estos pensamientos formándose en su mente, provocándole una tremenda jaqueca, Sissie se levantó de su asiento. Se pasó los dedos por la sien, y después fijó sus iris turquesas sobre el flequillo rubio tostado de Keegan. Ni siquiera se iba a dignar a levantar la cabeza.

  -Tienes razón, Keegan; tienes razón en todo. ¿Sabes?- Pasó sus manos delante de ella, deteniéndose sobre su vestuario.- Yo soy una papanatas salida de un cuento de hadas frustrado. Igual que tú, igual que nosotros. Somos un completo cliché, ¡y estoy harta de ello!- Su voz se elevaba, tornándose frustrada e indignada a partes iguales. Gaelle y Abby se giraron preocupadas hacia ella, cesando en su tarea de arreglar la planta de lirios de Gaelle.- Quiero hacer algo útil...- Se dio un tirón de pelo.- Quiero que la gente vea algo más que una mata de rizos rubios muy brillantes, tanto como para que se dude de su naturalidad. He prometido abandonar mi etapa de adolescente "todo es maravilloso", y hacer algo productivo; y justo se me presenta todo este problema en torno a mis amigos, así que no sé tú, pero yo me lo voy a tomar enserio.

  -¿Cuál es el... Problema con eso?- Se dignó a preguntar Keegan, en un hilo de voz. Se llevó tres dedos sobre la nuez. Su garganta estaba reseca.

  -El problema es que no me fío de la mitad de nuestros ayudantes.- Y señaló directamente hacia su "amiga".

  Abby tiró al suelo las tijeras de podar, que cayeron estruendosamente sobre su pie. Se había hecho un corte en el zapato, y probablemente sangre; pero ahora no había tiempo de detenerse en detalles tan insignificantes como aquellos. Su corazón estaba siendo fuertemente golpeado, y sus pulmones perdían el aire: había perdido la confianza de Sissie, la única persona que alguna vez se asemejó a su amiga.

  -Sissie, yo...- Trató de gesticular palabra, pero no pudo. Las palabras se le atoraban, y el único sonido que pudo emitir fue un profundo y sentido gemido; acompañado de lágrimas saladas bajando por sus mejillas.

  -No vas a poder derrocar a una secta corrupta tú sola, querida.- Contraatacó Keegan.

  Sissie tomó el móvil que reposaba en el bolsillo delantero de sus vaqueros, y comenzó a marcar un número no muy familiar para ella.

  -Ya veré lo que hago. Avisadme cuando tengáis algún plan, y os hayáis deshecho de tanto sospechoso.- Lanzó una última y fulminante mirada hacia la deshecha Abby. Tras esto, corrió hacia la gran vidriera de colores básicos que funcionaba como medio de comunicación entre el jardín y la casa.

  Mientras ella salía, Louis y Daniella volvían con una bandeja de sándwiches.

  -¿Qué ha sucedido?- Inquirió Daniella, aparentemente preocupada.

  La estampa dejaba a Keegan de pie apoyado sobre la silla, sosteniendo su taza de chocolate en una mano y con el labio inferior cayendo sobre su barbilla, boquiabierto; Gaelle tomando a Abby, que tenía el rostro enrojecido por el disgusto, y exhalando profundamente. Sus ojos grisáceos se escondían tras unas gafas anticuadas que observaban el cielo calmado y se preguntaban una y otra vez por qué en un pasado tomó decisiones tan dañinas.

  -Debe ser que Sissie ha tenido una crisis femenina. Ya sabes cómo son las mujeres...- Trató Louis de quitarle importancia al asunto, moviendo los hombros.

  Abby se remangó los mocos.

  -Sissie... Cree que soy una traidora. Lo cual en cierto modo, no es mentira.- Volvió a emitir un nuevo gemido, mucho más profundo y doloroso que el anterior.

  -Pero... ¿Cómo ha podido pasar de ser el alma máter de este grupo a profesar un odio incontrolable hacia ti y poner en tela de juicio tu posición?

  -Nadie lo sabe, Daniella.- Contestó Gaelle, en un tono hueco que evidenciaba la relación aún difícil que llevaban madre e hija.

  La mujer miró hacia el interior de la casa, por donde corría Sissie hacia la puerta. Algo debía haber pasado, se dijo, para que esa jovial niña se volviera una desconfianza y desagradable. ¿O quizás tuviera razón? No, rotundamente no. Una mirada a Abby, y pudo comprobar que ella era trigo limpio: sus ojos aclarados por la pena la delataban.

  Había algo en torno a esa chica que despertaba en ella una increíble ternura. Su historia, quizás; pensó: Abigail llevaba dieciséis años condenada a pensar de una manera, a anhelar sueños concretos, a tener un carácter muy marcado. ¿Quién podía saber el lavado de cerebro, e incluso amenazas de seguir las normas establecidas, que le habían impuesto en casa? Ni siquiera entendía cómo seguía allí con ellos.

  Entretanto, Sissie salía de la casa Enid Plassmeyer, como la llamaban en honor a su primera dueña; y cogía un autobús de regreso a casa.

  -Sí... Sé que es difícil de creer, pero Vanessa, prométeme que vendrás ahora a casa. Tengo pruebas que harán que me creas. Sí, Callum viene también. No, Keegan, Abby y Louis están tomando otra dirección ahora mismo. Vale, pues os espero a los dos en mi casa en veinte minutos. Adiós, y gracias.

  Pulsó el pequeño teléfono rojo que significaba "cortar la llamada", y suspiró hacia la pantalla. El vaho de su aliento empañó la foto suya con Keegan. Le daba igual lo que él pensara, su mirada rota, su gesto sorprendido; nada iba a hacerla cambiar de opinión. ¿Qué importaba si Keegan no la había seguido y había decidido apoyar a Abby? Se remangó una pequeña lágrima.

  Ya estaba acostumbrada a que la gente se fuera. Su hermano, sus padres, Abby, y ahora Keegan. Podía soportarlo.

   Me alegra ver tu optimismo ciego, querida señorita Tanner. Nunca rescataréis a Kathleen y Jay, y creo que ya sabes por qué: por el mismo motivo que no pudiste rescatar a tu hermano.
   La pequeña Abigail nos está dando señal de todos vuestros pasos. Ten cuidado con lo que haces, puede ser que Brenton no sea el único al que perdiste.

  El mensaje de texto había llegado a su bandeja de entrada aquella mañana, enviado desde un anónimo. Aunque creía que podía dar nombre y apellidos de quien le había mandado aquel SMS. "Es para amedrentarme", fue lo primero que se le vino a la cabeza. Pero luego, pensando... ¿Cómo es que a Abby nunca la echaban de menos en casa? ¿Había podido pasar de ser el perrito faldero de Warwick a colaborar con ellos? ¿A qué se debía ese cambio tan radical? ¿Por qué, la persona del mensaje sabía el accidente entre Abby y Brenton? ¿Y si... Más que un mensaje de texto para meterle el miedo en el cuerpo fuera una amenaza real? No se podía permitir que Abby destrozara lo poco que le quedaba: Kath, su mejor amiga.

  El autobús se detuvo en la paralela a su calle. Empezaba a llover, y no tenía paraguas; pero en quince minutos, estarían Callum y Vanessa, algo escépticos aún, llamando a su puerta.

  Se bajó del autobús. "No pasa nada si Keegan se va... Superaste lo de Brenton, ¿verdad?" No estaba llorando, era solo la lluvia resbalando por su rostro; tan solo eso...

                                                                         ***


  -Entonces, ¿está todo controlado, no? ¿La rubia ha montado el drama?- Quiso saber Warwick. Se pasó la mano con la que no sostenía el teléfono por la chaqueta, y tomó un vaso de agua.

  -Completamente.- Le contestó la voz al otro lado de la línea.- Keegan está anonadado; creo que es la primera vez en dos años que tiene una riña con su novia. ¡Oh, qué dolor!- Ironizó.

  Warwick se carcajeó. Sonaba más como una serpiente sacando los colmillos al ver una presa que como una carcajada.

  -Bueno, entonces, todo perfecto. ¿Nadie desconfía de ti?

  -No, están convencidos de que soy de fiar. Pobres ilusos.

  -¿Para cuándo se supone que es el asalto?

  La voz al otro lado cesó, tomó un par de respiraciones y deliberó.

  -Creo que para finales de esta semana.

  -Bien, es para separar a los dos tortolitos.- Echó una ojeada a través de la ventana frente a él. Se escondía tras los libros de la estantería, por lo que Kath y Jay no podrían sospechar que los miraba.

  -¿No se suponía que una vez que ya se tocaban, no se podían separar ni físicamente siquiera?

  -Creo que la conexión de estos dos es distinta. No cumplen todas las leyes, ¿por qué esta sería la excepción? Me parece que su vínculo se relaciona más con el ámbito psicológico que con la cercanía física, como era, por ejemplo, el caso de Gill y Cedric. Bueno, te dejo, que creo que estos dos están haciendo algo misterioso. Nos mantenemos en contacto.

  -Claro, Warwick. Hasta otra.- Y la conversación terminó.

  Warwick colgó el teléfono y se acercó más a la ventana. La rendija le dejaba entrever a dos sombras demasiado pegadas a la ventana, con todo el suelo lleno de recortes de papel, y una silla en una posición un tanto sospechosa. ¿Intentaban- torpemente- escapar?

  Ja, ja. Nadie escapaba de las garras de Warwick Plassmeyer, nadie. Bueno, a excepción de su desgraciada hermana; quien, en cuestión de días, recibiría un castigo adecuado. La venganza, querida Gaelle, ¿o debería decir Isabelle?, se servía en un plato frío, muy frío, tan gélido como su color de ojos; como ese gris perla que ambos compartían y que indicaba todos los pecados de los que nunca podrían deshacerse. Por mucho que ella intentara volverse buena, y traicionarlo, la culpa los unía en una constante infinita. Por mucho que quisiera fingir que eran seres completamente asimétricos, al final siempre eran las dos piezas idénticas extraídas del mismo molde.

   Se retorció de gusto con esa idea.

22 comentarios:

  1. LKHDLHWVDJHVDWKJHVQWVDKQJVDKJVEDWKJQVWKDJHVWQKDJHVQKWDKJWVQDKHVKJQVWDKJQWVDWDV KILL ME.
    "Nadie escapaba de las garras de Warwick Plassmeyer, nadie."
    ¿EN SERIO? ... Ok. Muerte.

    Perfecto. estaba deseando leer esta parte, por supuesto... No me ha defraudado. Nunca lo hacees, Julia... Escribes DPM JAJAJAJA
    :)
    Un besito de Jane.

    http://tansolounanochemas.blogspot.com.es/

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    1. JAJAJAJAJAJAJA AY JANEEEE. Amo tus comentarios, srsly.
      Tú sí que nunca defraudas y más quisiera tener tu talento escribiendo. Un besito linda.

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  2. Eres un blog encadenado enterate aquí: http://they-are-waiting-for-me.blogspot.com.es/2013/09/premio-blog-encadenado-y-sorpresita.html

    El capitulo me ha encantado como siempre, me gusta mucho tu historia.

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  3. Capítulo genial Julia, como siempre.
    ¿Porque se enfadan Sissie y Keegan? Yo no quiero que se enfaden...
    ¿Quien es el "topo" del grupo? Yo creo que es Louis, pero hasta que no cuelgues el siguiente capítulo (que espero que tengas pronto) no podré saberlo.
    Un beso

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    1. MUCHAS GRACIAS BEID :).
      Bueno, porque las parejas se enfadan, pero eso no significa nada eh :).
      Ya veremos quién es más adelante.
      Un besazo.

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  4. Hola cielo:)
    Quería decirte que te he nominado para el premio Libster Award.
    Si quieres saber más... http://cosasdeangelescaidos.blogspot.com.es/
    Un beso y sigue escribiendo así:)

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  5. Te he nominado al premio Liebster Award, más información en mi blog www.sonandoentrepalabras.blogspot.com

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  6. hola!
    k bien escribes!
    me ha gustado mucho tu blog y te sigo,te pasas por mi blog?
    http://mundossobretinta.blogspot.com
    besos!

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    1. ¡Hola! Muchísimas gracias. Claro, ahora me paso.
      Besos.

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  7. Bua, cada día te superas ;) ¡Sigue así! Un besazo (:

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  8. Te he nominado a los Premios Liebster Award. Un besazo infinito <3
    http://uninfinitoporbeso.blogspot.com.es/2013/10/premios-liebster-award.html

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  9. Holaa!
    Me quedo por aquí y te leo.
    Un beso desde lecturassaludcm.blogspot.com.es

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  10. ME ENCANTA LA NOVELA :3 porfa pliss azme un gran favor pasate por mi blog :)
    http://midiariodeunsue.blogspot.com.es/

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  11. Me has dejado descolocada, intrigada... ay, madre!! ya quiero saber que pasa con todo este asunto, quien es el traidor y espero que la parejita se salven...
    sigue así!
    un besooo

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  12. ¿CÓMO RESUMIR MI OPINIÓN DE ESTOS 23 PERFECTOS E NINGUALABLES CAPÍTULOS SIN PARECER COMO SI ESTUVIERA LOCA (loca no, perdón, mentalmente desorientada)? SIN PALABRAS REALLY.
    Desde hace bastante tiempo tenía tu historia apuntada para leer en cuanto tuviese un momento, pero entre el instituto, los exámenes, los infinitos trabajos y el hecho de que yo también escribo una historia... buff, se me hacía muy difícil encontrar tiempo. Ayer tuve la primera tarde 'medio libre' desde Septiembre y fue en plan: ESTE ES MI MOMENTO.
    ¿TE PUEDES CREER QUE ESTUVE HASTA LA 1 DE LA MAÑANA PEGADA A LA PANTALLA DEL ORDENADOR LEYENDO TU HISTORIA? COMPLETAMENTE IMPRESIONANTE. Tienes un talento increíble y estoy totalmente enamorada de 'Hijos de Agua y Fuego' Es original, misteriosa, con muchos secreto y además engancha mucho. Y además en este capítulo has puesto Demons y yo lloro mucho, porque Imagine Dragons son mis ídolos. <3
    Los personajes son geniales. Abby, es una persona un tanto complicada. Hay veces que me encanta, pero sin embargo me hace desconfiar mucho de ella. ¡NECESITO SEGUIR LEYENDO!
    Y Jay... QUIERO UN CHICO COMO ÉL. CUANDO EMPIEZA A HABLAR EN EL CAPÍTULO 21 SOBRE QUE QUIERE AMAR A KATH POR PROPIA VOLUNTAD NO PUDE PARAR DE LLORAR. AMOR INFINITO.
    Sigue así, Julia. 
    Love always, B.

    PD1: soy @_patchisanangel en twitter
    PD2: siento que el comentario se haya alargado tanto. :3

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